“Y habiendo abierto el libro” (Luc. 4:17). El sábado no era solo para adorar, sino también para escuchar la Palabra de Dios. Una vida sin la Palabra de Dios no está lejos de quedar atrapada por el pecado: “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Sal. 119:11).
Hacer discípulos a todas las naciones, comunicando el evangelio eterno en el contexto del mensaje de los tres ángeles basado en Apocalipsis 14:6-12 , invitándolos a aceptar a Jesús como su Salvador personal y a unirse a su iglesia remanente, instruyendo a las personas a servirle a Él como Señor y a prepararlos para su pronto regreso.
En armonía con las grandes profecías de las Escrituras, entendemos que el clímax del plan de Dios es restaurar a toda su creación en completa armonía con su perfecta voluntad y justicia.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día cree en la diversidad de dones y ministerios utilizados para cumplir con su misión. Por esta razón, actúa en diferentes áreas realizando proyectos, programas y acciones estratégicas. A partir de la sede en América del Sur, llamada División Sudamericana, los ministerios son responsables de la producción de materiales, documentos oficiales, y planificaciones generales que benefician a ocho países.
100 Aniversario Adventismo en Saltillo